¡GRACIAS A TODOS POR VUESTRO APOYO!
He recibido muchos comentarios, e-mails y mensajes preguntándome qué pasó y cómo me encuentro. Es por eso que he decidido escribir esta nota para todos, así seguro que no me dejo a nadie por contestar.
Ante todo agradeceros a todos por seguirnos en nuestra aventura día tras día, animándonos a seguir adelante con este bonito reto, pero a veces las cosas fallan. A nosotros nos ha hecho mucha ilusión que todos fuerais partícipes de la carrera y vierais con vuestros propios ojos a través de nuestros vídeos cómo se desenvuelven las etapas. La verdad es que cuando acabas la etapa lo primero que tienes ganas de hacer es estirarte en la cama pero sabíamos que nos esperabais y es por eso que nos poníamos manos a la obra editando vídeos y escribiendo crónicas diariamente. Los últimos días eso no pudo ser posible ya que las conexiones a internet eran nulas; es por eso que os pedimos disculpas.
Empezamos la Transalpine-Run con mucha ilusión y ganas. Todas las etapas las íbamos superando sin problemas pero en la cuarta tuve la mala suerte de tropezarme en una bajada dándome un fuerte golpe a la altura del tibial externo. Al principio pensaba que sólo sería un golpe, pude acabar la etapa sin ningún problema pero por la noche tenía un poco de molestias. No me llegó a salir hematoma. Al día siguiente las molestias se intensificaron pero como se desarrollaba la 6ª etapa, unos 5,77 km vertical, decidimos salir y rápidamente ir a descansar e intentar estar estirada lo máximo posible. En esa etapa ya salí con un taping.
Decidimos estar en la línea de salida de la 6ª etapa, con muchas ganas pero vigilando mucho ya que no sabíamos qué pasaría con mi pierna. Nos la tomamos desde un principio con mucha tranquilidad; lo importante era finalizar de nuevo una etapa. Esa etapa consistía en una fuerte subida para acabar con una bajada de 15 km. El dolor en subida lo podía aguantar pero cuando llegó la bajada… lo siento… aguanté el dolor hasta que no pude más cruzando la meta nuevamente, había luchado por ello pero mi pierna me dijo basta. Al día siguiente no podía apoyar el pie al suelo, tenía muy claro que no podía continuar con la carrera. Ese mismo día Mireia también tuvo que abandonar con la misma lesión. Alex decidió unirse a un grupito muy majo y él sí que pudo ser finisher.
Estoy orgullosa y contenta por haber tenido la oportunidad de conocer y compartir risas con Lorenzo, Joel, Dani y Alex. Momentos inolvidables e inmejorables junto a Naila, Mireia y Stephanie. Y es que realmente la Transalpine-Run es una carrera que engancha mucho, se llega a formar una gran familia, donde no hay diferencias entre corredores. Todos estamos allí para lo mismo: disfrutar del correr. KEEP ON RUNNING!
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